¿Qué es ABP?

El aprendizaje basado en proyectos es un aprendizaje activo que permite a los alumnos adquirir competencias del s. XXI mediante la realización de proyectos pensados para dar soluciones a problemas de la vida real. Hay diferencia respecto a la “enseñanza magistral” porque, entre otras cosas, el conocimiento no es del docente sino el resultado de un proceso de trabajo entre estudiantes y docentes por el cual se realizan preguntas, se busca información y esta información se elabora para obtener conclusiones. El papel del estudiante no se limita a la escucha sino que se espera que participe activamente en recogida de información, comprensión e interpretación de datos, establecimiento de relaciones lógicas, planteamiento de conclusiones o revisión crítica de conceptos. La función principal del docente es crear la situación de aprendizaje que permita que los estudiantes puedan desarrollar el proyecto, lo cual implica buscar materiales, localizar fuentes de información, gestionar el trabajo en grupos, valorar el desarrollo del proyecto, resolver dificultades, controlar el ritmo de trabajo, facilitar el éxito del proyecto y evaluar el resultado.

Ventajas del Aprendizaje Basado en Proyectos

Motiva a los alumnos a aprender 

Desarrolla su autonomía

Fomenta su espíritu autocrítico

Refuerza sus capacidades sociales

Desarrollan su capacidad para buscar, seleccionar, contrastar y analizar la información.

Promueve la creatividad

Atiende a la diversidad 

Puntos Clave

¿Qué debe contener un proyecto didáctico? Estos elementos definen cómo debe ser una secuencia didáctica basada en ABP que consiga el mejor aprendizaje y el mayor compromiso de los alumnos.

Pregunta o reto inicial

Reflexión y evaluación

Investigan de distintas fuentes

Crítica y Revisión

Aprenden con el mundo Real

Producto Final

los Alumnos deciden

Un reto o pregunta que desafía (y estimula) hace que los alumnos vean mucho más sentido en lo que están aprendiendo. La Investigación es un proceso mucho más complejo que buscar información en un libro o en Internet. Los estudiantes se hacen preguntas, buscan y encuentran recursos con información, responden a las preguntas iniciales, se plantean preguntas aún más complejas… Un proyecto será “auténtico” cuando se centra en los intereses, expectativas, conocimientos y contexto de los alumnos. Dar la palabra (y la decisión) a los estudiantes provoca que estos sientan como propia la propuesta y trabajen y se involucren más en él. Si no toman decisiones acabarán viendo el proyecto como otro ejercicio o tarea de clase cerrado y pautado. A lo largo del proyecto, los estudiantes y el docente deben reflexionar acerca de qué están aprendiendo, cómo están aprendiendo y por qué están aprendiendo mediante diarios de aprendizaje, evaluaciones programadas y presentaciones públicas de los trabajos y actividades de los alumnos. Los estudiantes tienen que aprender cómo hacer evaluación entre iguales para dar y recibir críticas y análisis para que permitan mejorar sus proyectos y los de sus compañeros. Un producto final puede ser algo concreto y tangible o algo como una presentación pública o la respuesta a un problema planteado. Acrecienta la motivación, los alumnos convierten lo que han aprendido en algo concreto y, cuando lo comparten, la dimensión social de aprender cobra importancia y el aprendizaje deja de ser un intercambio privado entre el docente y los estudiantes. Por último, publicar los trabajos de los alumnos es una manera muy efectiva de hacer llegar a los padres y a la comunidad educativa qué es lo que los alumnos pueden hacer.